“L’Abidjanaise” en N’Djamena: la historia de Mama Jeanne

En las calles de Moursal, uno de los distritos populares de N’Djamena, se encuentra “L'Abidjanaise”. Por más de una década este establecimiento ha sido un punto de referencia para los amantes de la comida de África Occidental que viven en la capital de Chad. A cargo de esta icónica institución está “Mama Jeanne”, chef marfileña de 55 años. 


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La historia de “L'Abidjanaise” es una historia de migración pero también de amor y perseverancia. 

Jeanne Vao recuerda todavía el momento en el que llegó a Chad en 1990. “Habíamos estado en la ruta por cinco días y el sexto llegamos a Chad”, recuerda ella con una sonrisa. 

En Costa de Marfil trabajaba para una empresa local dedicada a la venta de fruta. Allí conoció al hombre que luego se convertiría en su esposo, un chadiano que había migrado a su país de origen a la búsqueda de empleo. Después de cinco años de convivencia en Daloa, zona occidental de Costa de Marfil, decidieron mudarse a Chad, el lugar que según sus propias palabras es su hogar en la actualidad. 


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La integración a la cultura y la sociedad de Chad no fue para nada fácil al principio. La década de 1990 fue un punto de inflexión en la historia política del país, uno de los más pobres del mundo. 

“No me gustaba el entorno en el cual vivíamos”, dice Mama Jeanne. “Recuerdo que primero nos establecimos en Moursal que en ese entonces era un pueblito”. 

En aquel momento no había muchos marfileños en Chad y la mayor parte del tiempo Mama Jeanne no tenía sentido de pertenencia, se sentía “fuera de lugar”. Pero no se resignó. 

Armada de coraje y esperanza, decidió adentrarse en la sociedad marfileña de la única manera que conocía: usando su arte culinario. 

“Yo cocinaba muy bien así que empecé con pequeños trabajos eventuales. Y fue gracias a lo que pude ahorrar con esos trabajos que logré abrir este restaurante”, dice con orgullo. 

“¡Hoy incluso hasta aprendí cómo cocinar tan koul que es uno de mis platos favoritos de la cocina chadiana!” 

A pesar de todas las dificultades que tuvo que enfrentar al principio, Mama Jeanne sigue progresando en su país adoptivo. De acuerdo con sus propias palabras, uno debe siempre mantener 

un espíritu positivo porque sin importar las dificultades que debamos enfrentar, las experiencias adquiridas en otros lugares no tienen punto de comparación. 

“Cada país tiene su propia imagen e historia”, dice. “Costa de Marfil comenzó hace mucho tiempo, de modo que es normal que algunas cosas estén más avanzadas. Yo creo que Chad también está avanzando”. 

Actualmente L'Abidjanaise” le da la bienvenida a una clientela muy variada conformada por chadianos pero también por un número creciente de expatriados que se han asentado en N'Djamena y que desean descubrir, o redescubrir en algunos casos, la riqueza culinaria de África Occidental. 

Siempre debemos mantener un espíritu positivo porque sin importar las dificultades que debamos enfrentar, las experiencias adquiridas en otros lugares no tienen punto de comparación